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Nuestros funcionarios electos y las personas que nos sirven en el gobierno son los que tienen que ocuparse directamente con todos estos problemas y ellos tienen tantos puntos de vista diferentes y tantas opiniones y tantas preocupaciones que sopesar en la balanza. Y creo que ellos son buenos, honorables y personas solidarias, tan generosos como todos los bomberos, policías y todos los voluntarios, dando lo mejor de sus corazones, lo mejor que saben. Y necesitan nuestro apoyo, y necesitan que trabajemos con ellos. Así que mi oración hoy con todos ustedes es de gran, gran agradecimiento a Dios. Porque creo que de este desastre vendrán muchas cosas hermosas para cada persona y para toda nuestra comunidad. Pero rezo para que tengamos cortesía y respeto, paciencia y tolerancia. Estas son las cosas que harán hermosa a nuestra comunidad desde nuestro interior y desde afuera en muchos años por venir. Esta es la Gracia de Dios para nosotros, y damos gracias por eso. […] (Gracias, Padre Krekelberg. Ahora quisiera presentarles a la Dra. Tari Lennon de la Iglesia Congregacional del Vecindario.) Buenos días. Represento una lectura un poco diferente de lo que nos ha sucedido aquí esta última semana y una preocupación que no quiero que ignoremos o pasemos por alto hoy, en concreto, las preocupaciones y la realidad de los niños. Los niños se ven afectados tan intensamente como los adultos y no tienen todos los recursos que nosotros tenemos para ayudarlos a afrontar con lo que están lidiando. Así que, por consideración a los niños, quiero pedir a todos nuestros niños que estén dispuestos a subir aquí, porque necesito que me ayuden. Vamos a hacer una pequeña antífona. […] (Y ahora me gustaría presentarles a Arvid Mortensen de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, también conocidos como los mormones.) […] Aproximadamente en el año 124 a.C, un gran Rey dio un discurso de despedida a Su pueblo al entrar en Su periodo de soberanía. Entre otras cosas, este Rey, cuyo nombre se registra como Benjamín, dijo estas palabras a Su pueblo después de recordarles que Él había trabajado con ellos con Sus propias manos ganándose Su sustento mientras también les servía como su Rey. Él dijo: “Os digo estas cosas para que aprendáis sabiduría, para que podáis aprender que cuando estáis al servicio de vuestros semejantes, estáis al servicio de vuestro Dios”. Como miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, también conocidos como mormones. creemos que ese concepto expresado por el Rey Benjamín, “Cuando estáis al servicio de vuestros semejantes, estáis al servicio de vuestro Dios”, se aplica a todos nosotros como miembros de la familia humana. Este concepto va más allá de distinciones o creencias religiosas. Es fundamental para todos nosotros en nuestras interacciones con los demás. Hemos visto esta clase de servicio desinteresado, humilde y sincero cuando nos hemos unido como comunidad para afrontar los retos generados por el incendio. Un antiguo proverbio hindú dice: “Ayuda a cruzar la barca de tu hermano, y he aquí que la tuya ha llegado a la orilla”. Y Cicerón dice: “La bondad es producida por la bondad”. Hemos hecho mucho. Nos queda mucho por hacer. Pero a través del servicio, la ayuda mutua y la bondad, podemos hacer juntos lo que es imposible o difícil para uno solo. Gracias. Photo Caption: Algo puede parecer tan precioso como una joya