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Siempre doy oportunidades a las personas, ese es el problema. Y por eso sufro. Pero está bien. Uno tiene que pagar por todo. ¿Quién dice: “El amor no cuesta nada”? Esa persona es un idiota. ¡El amor me cuesta todo! Todo lo que pueda pensar de este mundo. Excepto mi corazón. Nunca me cuesta eso. Siempre estará allí. Nadie se lo puede llevar. No importa cuán decepcionada esté, cuántas personas me hagan daño o me dejen, o su karma me cause problemas, eso no me hace perderlo. Podría perder dinero, la casa, o tener problemas, o enfadarme de vez en cuando, pero no perder mi corazón.
