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En nuestra sociedad, damas y caballeros, todas las personas con poder en el mundo, en la sociedad, la ley solamente castiga al que ha hecho algo malo en la sociedad. Los animales, jamás nos han hecho daño alguno: viven sus vidas tranquilamente, comiendo lo que Dios les da, no nos causan ningún daño. Incluso si en ocasiones lo hacen, es porque destruimos sus entornos, porque no tienen a dónde ir, no tienen más alimento en la naturaleza para comer, así que acuden a nosotros, confiando que compartiremos con ellos algún alimento, porque les quitamos sus medios. En nuestra sociedad si le quitamos algo a alguien, le pagamos algo. Así que los animales confían que les pagaremos con algo de comida. Pero, de cualquier modo, siempre los matamos, si se acercan demasiado. Si queremos llamarnos una raza humana civilizada, debemos proteger las vidas de los animales, que están vinculadas a las nuestras. Hemos de protegerlos porque ellos son nosotros: porque si no los protegemos, somos vulnerables porque el Cielo no nos perdonará, el Cielo no nos perdonará, si tratamos a otros cohabitantes cruelmente.
