Los pecados que no pueden ser absorbidos por el Poder del Amor y el Perdón, parte 1 de 3

No importa cuánto dinero tengas, no puedes comprar tu libertad de esos infiernos horribles. Nunca podrás salir. […] La cuestión es, que me duele saber todo esto, ver todos los infiernos – es mucho peor que lo que está pasando en este planeta. Por no hablar sobre lo que debemos luchar contra el cambio climático, hacer todo lo posible para detener que este globo - este hermoso mundo, la hermosa Tierra - se convierta en un infierno o incluso sea aniquilada. Y tus hijos, tus nietos, tus bisnietos se bañarán en este fuego. Y puede que estés ya muy viejo y ya bañado en el mismo - peor en el infierno. […]

Hey, respetados líderes mundiales. Hacer la guerra es diversión para vosotros. Sí, ¿por qué no? Solo veis los juegos, ese juego de guerra en la televisión a salvo en vuestro búnker o en vuestros palacios de millones, miles de millones de dólares donde estáis sanos y salvos y con guardaespaldas y agentes de seguridad a vuestro alrededor. La cabeza cortada no es la tuya. Así que, ¿por qué preocuparse? Es la de un niño de algún país pobre. Y el marido que murió no es el tuyo. No eres tú el que murió y dejó atrás a su esposa. Son algunos pobres soldados, a los que ordenaste ir a ponerse en peligro. Todo esto es diversión para ti. Y luego el domingo vas a la iglesia y te confiesas con muchos sacerdotes con una fácil suma de dinero, y tu pecado será borrado, como si Dios pudiera ser sobornado con tus billetes sangrientos. Por las manos de los sacerdotes que podrían haber asfixiado a otro niño la noche anterior por alguno de sus bajos deseos sexuales.

Tú compensarás todo eso si alguna vez tienes una oportunidad de ir al Cielo, informarás a Dios: “Yo maté a muchos de Tus niños pequeños”. ¿Crees que esa es la forma en que deberías vivir tu vida? Adelante, nadie puede pararte. Tienes, es un decir, dinero sin límites de los contribuyentes para ir a quemarlo en la guerra. No te importa que millones de tus conciudadanos tengan que preocuparse por su próxima comida o dónde ganar algo de dinero mañana por la mañana para pagar su gasolina, cuyo precio se está disparando ahora mismo porque algunas personas controlan el gas, usando eso como armas de estrangulamiento - no solo bombas y balas. Todo son juegos divertidos para ti. Pero para las personas reales, no es divertido. Ellos te pagan. Ellos te pagan, muy sobradamente. Y en cambio tú usas ese dinero, ese poder, para matar a otros seres humanos. Ya no sé cómo rezar por ti. No sé cómo darle a Dios alguna razón para que Él/Ella te perdone. Ya no tengo más excusas para decirle a Dios que te perdone. No tengo más palabras para rogar a Dios que considere llevarte al Cielo después de que tu aliento deje atrás tu cuerpo.

Oh, hombre, uno tiembla de pensar lo que tú tendrás que soportar en el infierno, pero no podemos razonar contigo. No podemos siquiera rezar por ti. Nuestras palabras no salen en plegarias adecuadas porque sabemos en lo profundo de nuestro interior que Dios no escuchará ninguna excusa para una persona que ha sido mimada y privilegiada de tantas formas. Tan rico más allá de toda medida, y usa todo ese privilegio, se lleva todo el dinero de los países solo para quemarlo en la guerra. Quema las casas de las personas; quema los cuerpos de los niños, incluso vivos; quema los maridos, quema las esposas que se supone que tienen que vivir juntos bajo el mismo techo con sus hijos, llevarlos al colegio, construir su futuro, llevarlos al parque, vigilarlos cuando nadan en el mar, felices, felices juntos. Eso ya no está, sometido a tu dictadura.

Las casas que se quemaron hasta el suelo con todas las posesiones que tenía dentro, no son tu casa. El campo que ha sido saturado con muchas bombas, no es tu campo. Es de algunos pobres agricultores que confían en eso para que les brinde los medios para sobrevivir y compartir con el mundo entero, con quien lo necesite. No importa cuánto perdieron, no es tu pérdida. El campo que está cargado de minas y bombas no es tuyo, así que no te importa que el granjero salga a cuidar su campo y simplemente vuele en pedazos. No te importa porque “siempre” tendrás comida ¡y la mejor comida que haya! Pero eso es lo que piensas. Nunca se sabe – si la guerra llega a tu país, tú puedes ser una de las víctimas. Por no hablar sobre el infierno que te espera.

Y cada día, los demonios te triturarán hasta convertirte en una sustancia como polvo. ¡Ellos lo repiten sin descanso una y otra vez! Y nunca podrás evitarlo; nunca podrás huir a ninguna parte durante no sé cuánto tiempo – podría ser para siempre. Porque tu pecado es demasiado grande para ser absorbido por cualquier Poder misericordioso. Ellos simplemente lo escupirán. Quiero decir, las cosas como las que has hecho, los pecados como los que has creado nunca pueden ser absorbidos por el Poder del Amor, el Perdón. Es muy difícil. No sé si, incluso si te arrepientes, tus pecados serán inmediatamente absorbidos y destruidos o no. Pero al menos deberías intentarlo. Intenta con todas tus fuerzas detener la guerra, no intentes con todas tus fuerzas continuar o crear una nueva. Nadie podrá ayudarte entonces, si sigues creando sufrimiento a los demás.

El mercado que vende las cosas será destruido por tus bombas. No te podría importar menos porque siempre tendrás comida. Tú eres el líder. Siempre hay gente que te sirve, que te da todo lo que necesitas, justo a tu alcance. Todo lo que tienes que hacer es pulsar un botón y todo lo que quieras en el mundo entero, no importa cuán lejos, te llegará. Y si pierdes esa casa, tendrás otro palacio en algún otro lugar. Pero eso es lo que crees. Dios tiene otros planes a veces, y te sorprenderá. Todas estas cosas que le impones, que le infliges a las víctimas inocentes, volverán a ti, múltiples veces, tal vez incluso ya en tu vida. Recuerda, en Rusia, el mayor gurú de la guerra que asesoró al presidente sobre todo tipos de estrategias internas para la guerra. Luego, su hija fue simplemente asesinada en la calle ¡como otras víctimas de la guerra!

Podría ser tu hija la próxima. Esa podría ser la medicina, tu propia medicina, para que la pruebes. Y aunque aún no ha sucedido, creo que puedes imaginar lo amargo que podría ser.

Solo soy una mujer anciana y frágil, como muchas de las mujeres en tu guerra. No tengo armas para salir ahí fuera para proteger a cualquiera. No hay rival para tu poder de destrucción. Solo puedo sentir pena por los niños indefensos e inocentes, viudas, jóvenes guapos, ancianos, personas-perro, -gato, -vaca, -ave y -cerdo… que son asesinadas o mutiladas o discapacitadas por tus armas de destrucción. Creo que Dios no quiere escucharme más, no importa lo frecuente que rece, no importa cuánto derramo mi corazón, en dolor y amor por la humanidad que sufre en general. Creo que Dios no quiere escuchar a ninguno de nosotros más. Pero lo sigo intentando.

Pienso que todo lo que dije, la mayoría de la gente no lo entiende. No escuchan, aunque es tan simple, que un niño de cinco años podría comprender. Porque solo hablan, hablan – aprenden en la escuela cómo hablar. Aprenden de internet cómo hablar, pero no entienden. Ni siquiera practican lo que hablan. Incluso no practican su propia perorata. No entienden mucho al respecto. Dicen, “Te amo”, pero no lo dicen en serio. Ni siquiera saben qué es el amor. Por tanto, es inútil hablar contigo. Así que sigue adelante, haz la guerra entonces. Porque eliges vivir perversamente, destructivamente. Pero no sabes cuánto lo siento por ti. Porque serás castigado más allá de la imaginación, solo en el infierno, solo con los demonios. Nadie te escuchará, nadie te ayudará.

No importa cuánto dinero tengas, no puedes comprar tu libertad de esos infiernos horribles. Nunca podrás salir. Por supuesto, no me crees porque no lo ves. La cuestión es, que me duele saber todo esto, ver todos los infiernos – es mucho peor que lo que está pasando en este planeta. Por no hablar sobre lo que debemos luchar contra el cambio climático, hacer todo lo posible para detener que este globo - este hermoso mundo, la hermosa Tierra - se convierta en un infierno o incluso sea aniquilada. Y tus hijos, tus nietos, tus bisnietos se bañarán en este fuego. Y puede que estés ya muy viejo y ya bañado en el mismo - peor en el infierno.

No hay muchas palabras que pueda decir, porque no muchos escucharán. Estoy agradecida a Dios que todavía estoy viva y puedo hacer todo lo mejor que pueda con la esperanza de rescatar este mundo. Pero yo ya soy bastante mayor. Mucha gente muere más joven que mi edad. Así que si muero, no tengo nada que lamentar. Excepto que no soy lo suficiente poderosa, no tengo suficiente tiempo en mi vida para destruir todo este karma que tipos como tú crearon, y arrastraron a personas más inocentes a esto – a tu guerra – y entonces crearon mal karma para sí mismos también. ¡Todo suma para hacer el karma inconmensurable, que podría engullir y destruir este mundo! Ellos también tienen que soportar algún castigo. Tal vez mucho menor que el tuyo, pero aún así - no se merecen eso. ¿Qué se puede hacer? Están en tus manos. No tienen mucho poder. Muchos no tienen a dónde ir. Y si abren la boca, tú se la llenarás. Y les arrastrarás, metiéndolos en la cárcel.

Dios mío. ¿Para qué vas a la iglesia? Porque no entiendes nada sobre las enseñanzas de Dios. Y el sacerdote en la iglesia, dudo que él entienda nada tampoco. No sé de qué infierno has venido, pero pronto estarás allí otra vez. No vivimos en este planeta para siempre. Pero podríamos estar en ese infierno para siempre. Y esta vez, es de verdad. Oh, querido Dios, por favor protege a las víctimas inocentes de estos líderes malvados.